En los tiempos que corren en los que hablar idiomas es casi o tan importante como tener una carrera, un máster y 3 doctorados, puedo decir que me siento terriblemente afortunada de haber crecido aprendiendo varios idiomas a la vez.
Como hija de americano, mi padre desde pequeña siempre me habló en inglés, las canciones para dormir eran en inglés (yo creo que aún guardo los casettes de Baby Belluga...), los libros me los mandaba mi madrina desde USA para que mi padre los leyera, y desde pequeña le entendía perfectamente. Además, tengo la suerte de que, habiendo nacido en Barcelona y de familia catalana, mi madre desde pequeña me ha hablado en catalán, con canciones en catalán y toda la familia hablándome en esa lengua. Obviamente, la parte del español estaba cubierta por la guardería, algunos amigos de la familia y, una vez que nos mudamos a Madrid, el cole y todo lo que me rodeaba.
Por si esto fuera poco, estudié francés en el cole durante 8 años y desde hace unos 3 estudio también alemán.
A día de hoy sin embargo, he de decir que los únicos idiomas que hablo a la perfección son los que aprendí de pequeña, los que nunca he estudiado más que en el cole, con los que me he criado, los que he aprendido pero no estudiado... De hecho, cuando a veces me preguntan mis amigos '¿Por qué en inglés se dice esto en vez de esto otro'? es como cuando amigos extranjeros me preguntan por normas de gramática española, la respuesta es 'Porque es así', porque cuando has aprendido algo de pequeño no necesariamente sabes el por qué, si no que simplemente te sale solo. Y lo del catalán es otra historia, porque al menos el inglés lo he estudiado en el cole, me he apuntado a alguna academia, he estado fuera de España estudiando, me he sacado el título de la Escuela de Idiomas y el Advanced... Pero el catalán no lo he estudiado nunca, lo hablo pero no lo escribo y leerlo me cuesta porque aunque conozco las palabras nunca las he visto escritas antes... Y cuando lo hablo muchas veces pienso que deberé tener un acento horrible y que no conozco algunas palabras pero entonces es cuando la gente me dice que, para llevar casi 30 años viviendo en Madrid, 'parlo catalá molt bé'.
El alemán lo voy aprendiendo poco a poco, porque no tengo prisa, porque no tengo tiempo y porque, para qué negarlo, es un idioma difícil. Y el francés está ahí escondido, en algún lugar de mi cerebro, haciendo que lo entienda pero que me sea casi imposible hablarlo.
Yo me he dado cuenta con los años de que hablar en varios idiomas a los hijos no es fácil. Mi madre tenía la suerte de que mi familia y mi entorno hablaban con nosotras en catalán y para cuando nos mudamos a Madrid ya lo teníamos totalmente metido en la cabeza.
Sin embargo, el inglés costó más. El hecho de que mi padre durante un año viviera entre Madrid y Barcelona, la falta de recursos (ahora con Internet, tablets, apps, series en v.o., etc. es mucho más fácil pero hace 30 años los libros me los mandaban desde USA ya que en España eran prácticamente imposibles de encontrar), la extrañeza con la que la gente muchas veces miraba al que hablaba un idioma diferente, la falta de otras personas a mi alrededor aparte de mi padre que hablaran ese idioma, la poca constancia, las negativas a aprender un idioma que nadie más hablaba a nuestro alrededor... no facilitaron las cosas.
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Hablar a un hijo en dos o más idiomas no es fácil, de hecho, implica un esfuerzo por parte de los padres para que los niños no lo tomen como una obligación.
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Ahora no sólo los padres, si no también los niños, lo tienen mucho más fácil. Cuando yo era pequeña tenía una compañera en clase de abuelo alemán y más tarde llegó una niña de padre iraní. Entonces era raro tener compañeros de clase extranjeros o de familia extranjera. Ahora está a la orden del día. En mi trabajo comparto proyectos con británicos, americanos y una compañera alemana. En mis clases de alemán he tenido una compañera griega y una serbia. Con mis amigas británicas hablo en inglés cambiando al español sin problema para traducir cuando es necesario. Mi primo vive en Shanghai desde hace años y habla chino. He llegado a conocer a una chica de la Guayana Francesa, que estudiaba en el Colegio Internacional de Bruselas con mi amiga cuyo abuelo era alemán. Tengo amigos que viven o han vivido en el extranjero. Y como yo, será el caso de la mayoría de las personas que estéis leyendo este artículo. Esto que hoy parece de lo más normal antes era raro, muy raro, y no hacía más que dificultar el proceso de hablar a un niño en dos o más idiomas.
Si os estáis planteando hablar a los hijos en varios idiomas, o si ya lo estáis haciendo, recordad que hay que tener constancia, que los niños no lo aprenden todo a la primera; que no hay que desesperarse porque no sepan o se nieguen a hablar en un idioma, ya lo hablarán, no hay prisa; que no hay que hacer que el bilingüismo se convierta en una obligación, si no en algo que los niños deben disfrutar, y sobre todo que 'Bilingual Is Not a Destination. It Is A Journey'.
En definitiva, si tenéis la suerte de hablar con fluidez varios idiomas o vuestra pareja los habla, intentad que vuestros hijos disfruten de lo mismo, porque en el futuro se darán cuenta de la suerte que han tenido.
yo habría dado cualquier cosa porque me criaran bilingüe, pero mis padres eran los dos españoles. a pesar de ello siempre hemos tenido libros en inglés desde pequeñas, y por eso a mi hermana y a mí nos ha gustado siempre aprender idiomas (sobre todo inglés). en el futuro, si tengo hijos, serán bilingües español-francés. es un "sacrificio" por parte de los padres porque conlleva trabajo, pero es una ventaja para el futuro de los niños (y además ayuda en muchos aspectos al aprendizaje en general).
ReplyDeleteEs un esfuerzo para los padres pero merece la pena!!!
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