Inspiración: salón en la playa

Después de muchos años buscando, rebuscando y decidiendo, mis padres han decidido por fin comprar una casa en la playa. No está, como a mí me hubiera gustado, en la Costa Brava, pero saber que tengo un apartamento en la playa gratis todos los años me vale! La idea de mis padres es pasar temporadas allí, tanto en verano como en invierno, y convertirla en su segunda residencia (es lo que tiene haber trabajado toda tu vida y estar ahora jubilado: has ahorrado para poder permitirte una casa en la playa, y tienes el tiempo para poder disfrutarla!).

Sin embargo, para suplicio de mis padres y alegría para mí, la casa necesita algunos arreglillos. El más grande es el baño, que hay que reformarlo entero y estamos aún decidiendo los muebles, colores, etc., aunque la distribución ya está (más o menos) hecha. Las cosas más pequeñas que hay que arreglar son: pintar las paredes del salón, ya que dos de ellas están forradas con listones de madera, que queremos pintar de blanco, cambiar los tiradores de las puertas (y quitar una especie de rodapié en una de ellas), cambiar algunas ventanas (algo que haremos más adelante, no es tan urgente, a pesar de que los anteriores dueños hicieran varias obras y cada ventana sea de su padre y de su madre...), cambiar dos de las puertas (igual de 'preciosas' que las ventanas) y, sobre todo, hacer algo con el suelo. Ahora mismo tiene unas baldosas antiguas por toda la casa, pero no en plan baldosa hidráulica bonita, si no en plan baldosa horrible de casa de la abuela... 

Aquí es donde tenemos un dilema: mis padres dicen de esperar hasta más adelante, yo les digo que, en estos casos, más adelante = nunca, estamos planteándonos la opción de poner tarima flotante, pero nos tira para atrás el hecho de que, en la playa, la madera (o similar) no es la mejor idea, y a ellos no les apetece nada levantar todo el suelo para poner otra baldosa más bonita encima... ¿La solución?, estamos pensando en un suelo vinílico. No es lo mejor, ni lo más bonito, pero ahora los suelos vinílicos ya no son el linóleo de la abuela, los puedes elegir lisos, de colores, imitación parquet (que así además en invierno les dará sensación de calidez), y mil opciones más. Si, es un coñazo instalarlo, y me va a dar hasta reuma de estar un fin de semana entero arrastrándome de rodillas por la casa, pero merecerá la pena...

Además, para regocijo mío, y angustia, como he dicho, para mis padres, hay que comprar todos los muebles! Por ahora nos llevaremos algunos de los que han ido guardando durante años en la buhardilla 'para cuando compremos el piso en la playa', pero habrá que ir de compras pronto! Mientras tanto, yo voy haciendo paneles inspiradores a ver qué les parecen... Para el salón hemos optado por esto, ¿qué os parece?. Aún estamos peleándonos con el mueble de la tele / estantería, mesa y sillas de comedor y decoración de las paredes, pero por ahora estoy ganando yo. Al menos les he convencido para pintar de blanco los listones de madera para tener un salón de ambiente nórdico...

Sofá: IKEA

Mesa de centro: HABITAT

Cojines: ZARA HOME